No esperes para tratar el bruxismo

Bruxismo

Se conoce como bruxismo el hábito de apretar o rechinar los dientes. Como consecuencia de este comportamiento, se producen desgastes dentarios que pueden llegar a ser muy severos, provocando hipersensibilidad, fisuras e incluso fracturas, además de retracción de las encías.

Otra manifestación común es el dolor a nivel de la articulación temporomandibular (ATM). Este dolor puede irradiarse hacia el oído, el cuello o la cabeza, y, en muchas ocasiones, se acompaña de limitación en la apertura de la boca.

Las causas pueden ser diversas, incluyendo alteraciones en la ATM, problemas musculares, maloclusiones dentarias o hábitos nocivos.

Dependiendo de la causa, buscaremos el tratamiento más adecuado.

Opciones de tratamiento del bruxismo

En los momentos agudos, solemos recurrir a la medicación con antiinflamatorios, relajantes musculares y, en ocasiones, ansiolíticos.

Como tratamiento de continuidad, la férula de descarga es la opción más conocida para paliar los síntomas del apretamiento. Este dispositivo alivia la presión sobre los dientes y previene el desgaste, pero no elimina el bruxismo como hábito.

Con la férula buscamos reposicionar la mandíbula y relajar la musculatura, lo que contribuye a disminuir o incluso eliminar el dolor, prevenir el desgaste dental, proteger la articulación temporomandibular (ATM) y facilitar el descanso nocturno.

 

Medidas para aliviar y prevenir el bruxismo

  • Control de la ansiedad y el estrés: estas situaciones favorecen la contracción de la musculatura, lo que acabará provocando o agudizando el dolor.
  • Medidas higiénico-dietéticas: procurar limitar la apertura excesiva de la boca (por ejemplo, al bostezar) o el cierre excesivo, como al masticar alimentos muy duros.
  • Tratamientos de fisioterapia: pueden aliviar el dolor al relajar la musculatura
  • Tratamientos médicos: como la artrocentesis en casos graves de deterioro de la articulación.

En ocasiones, si el paciente ha perdido molares o tiene alguna maloclusión (piezas que no encajan bien), puede desencadenarse bruxismo. En este caso, el tratamiento podría ser reemplazar las piezas perdidas en la primera situación o realizar un tratamiento de ortodoncia en el segundo caso.

 

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